domingo, 26 de noviembre de 2006

Una y mil más...

25 de noviembre y a las 22h. celebramos el cumple de Mery.
Es la hora de comer y me invitan a degustar un primer risoto para mi gusto "estrella", máxime viendo y oliendo el empeño y cariño con el que fué preparado. Es la segunda vez que veo y comparto mesa con Miguel Ángel, que no sé que parte me toca de familia y que es el progenitor junto a Rosa de "ella". Esa mujer que ha hecho que uno de mis seres queridos tenga la oportunidad de saborear la felicidad y de rendir homenaje a la entrega y a eso que llaman amor y conozco de lejos. Después del manjar, viene, como no, la siesta de rigor y posterior los preparativos con desgana de la fiesta de cumpleaños de Mery, la asturiana de palo que tiene la mente y no la noción en México (arriba Zapata...) y no sabe si cocinar es un palabro o el nombre de un político ruso. Una vez en su casa me siento como en la mía y ahí, al lado, en el sofá, estaba la inquebrantable mujer a la que no me atrevo a mirar fíjamente a los ojos porque me he tirado tantas veces a la piscina (inusual en mi) que ya no me cree y se piensa que todo es una gracia cuando en realidad ella podría sacarme del agujero. Ni caso, muy buen rollito pero ignora mis detalles. Ya no sé que hacer y mis amigos deciden irse con lo cual todo queda en otro recuerdo y a casa se ha dicho. Bonna notte y mañana domingo.
Luigi...

viernes, 17 de noviembre de 2006

36 Otoños...

Hace 12 horas en el mismo mes de 1970 y después de los dolores de mi madre , llegué. Bendita la hora, el momento, el coito, el parto y ese primer llanto. A partir de ahí empieza la andadura hacia no sé donde, con las trabas, alegrías, escalones, golpetazos, risas y aprendizajes propios de ésta mi vida. Vida que a grandes rasgos resumo con un tono más negativo de lo que quisiera aunque ya va siendo hora de dar un cambio de una vez por todas. El principal problema que arrastro a mi juicio es la falta de motivación. Veo todo lo que me rodea y me da tan poca fuerza que me cuesta encontrar la fuente de energía para cargar las pilas y poder llegar a la meta día a día. Quien cojones me deja un cargador !! y mira que lo intento (pero no debe de ser suficiente). Fíjate en Alonso, en Gasol, en el capullo de Raúl el merengue... tienen, hacen, van, compran, etc. pero se acuestan tranquilos ?? hacen bien la digestión ?? saben estar solos ?? sacan la basura ?? o por el mero hecho de ser conocidos y ganar pasta duermen entre algodones, hacen una dieta mediterránea, creen que no es importante saber estar solo que no la soledad y ni ensucian, ni tienen mierda que tirar a la basura. Vamos, vamos, vamos...
Tengo una vida muy lineal y en el fondo necesito compartir (como todo hijo de vecino) mis historias, experiencias, pensamientos... mi vida. Soy un tipo complicado sobre todo porque me he acostumbrado a hacer lo que quiero, cuando puedo y con quien quiero, sin tener que dar explicaciones y siendo mi dueño aunque no sé si es bueno o malo o deja de serlo. Que me acuesto y otro día sigo. Un beso
Luigi

lunes, 13 de noviembre de 2006

Una de Mero...

Wednesday, October 25, 2006

Todo comienza un domingo del 2001, trabajando en el mundo de la música, ya sabes, glamour, despiporre, nocturnidad, mujeres, vicios (casi todos sanos) y sin que falte ese toque de locura. Son las 14´30, estamos en San Lucar de Barrameda (Cádiz) de promoción con un grupo de música de moda en aquel entonces y es la hora de llenar el buche, después de una larga jornada de radio en radio y alguna tele que otra para dar a conocer a esos chavales que un día tuvieron la suerte de cruzarse en el camino de Pepe (magnate a todos los niveles) y que su primer single sonaba en todas las discotecas de moda. Aquella Niña de la que hablaban terminó conquistando el corazón del cantante y dándole otra vida. Bueno, hasta aquí todo normal. Decidimos parar a comer en un restaurante de buen porte, finas servilletas y camareros un tanto pedantes a la hora de servir el vino, un crianza del ´98, macerado tres años en barrica, ¡¡joder que rico!! Prado Rey, creo recordar, un Ribera de Duero... bien, después de unos entrantes espectaculares invade la mesa aquella bandeja plateada (que algunos utilizarían para otros menesteres) con unos bichos con patas que se llamaban bogavantes, que se dejaban comer y un arroz que ni los japoneses hubiesen dado con ese punto de cocción. Recuerdo que ese día no pude ni cenar porque solo tenía en mi coco tenazas y a una de las camareras, morena ella, con la que me hubiese gustado ser padre de sus hijos y con la que no tuve la oportunidad de cruzar ni una sola palabra. Si pudiese retornar a aquel momento, mi vida hubiera o hubiese cambiado. Seguro que viviría al lado de la playa en una casita de planta baja, tendría 2 churumbeles y ojos solamante para esa mujer que me hace perder la noción del tiempo. Nunca todo es tan bonito, por eso vivo solo, pongo mis fotos cada vez que escribo algo y mi mundo es mi madre (por duro que parezca) y mis amigos, que los cuento con dos dedos de la mano izquierda (por ser zurdo). Después de todo, siempre me quejo, no tengo nada material pero me levanto todos los días con la esperanza de que sea distinto, que algo me motive y que esa mujer del restaurante exista. al final seré como un bogavante, terminaré agradando a alguien que no tenga nada que ver conmigo.

Luigi, la calva
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Sin ti...

Cada día, cada momento, cada trago, cada pálpito, cada paso, cada mirada… te tengo encima de mi y no quiero que te bajes, quiero llevarte toda mi vida y la tuya, las nuestras, las dos juntas, revueltas, oliendo cada movimiento, pensando en plural, recorriendo cada huella y haciendo dibujos en el aire, de los que no los mueve ni un tifón, de esos que se agarran y no se quieren soltar porque nunca nada en ningún mundo te supera. Sin ti no podría ni calzarme, llámame marciano, di que soy peculiar pero estoy en la Isla del Tesoro, contigo, que me echen, que me torturen, que me hagan budú, ya soy inmune a todo. Quisiera tener planes para mañana y mi día a día me lo impide, no me desagrada, al contrario, me alivia poder dormir a pierna suelta, sin miedos y sin temores, solo temo a la soledad que al fin y al cabo no es tan mala si sabes llevarla, como todo en ésta vida.

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Luigi