Después de unas vacaciones de ensueño, de reir, de conocer gente y cómo no, disfrutar de esa parcela en ese país, de ese agua cristalina, de mojitos, guacamole y picantón nos enfrentamos de nuevo al quehacer y la rutina diarias sin dejar de olvidar esos momentos y reviviéndolos a cada rato.
Hoy es un lunes de agosto, intento afrontar y no pensar en el fin de semana, en el descanso y cada vez me cuesta más, igual que un próximo destino de pitifuerga pero la obligación puede y me ata aquí. Voy a buscar (o al menos a intentar) un camino para atarme menos y/o que me deje tiempo. También me apetece innovar en la cocina y me voy a tener que cortar si no quiero sumar más kilos. Hoy por ejemplo toca pechuga de pollo a la plancha con ensalada de lechuga, cebolla y atún y de ahí hasta la cena, liviana a poder ser.
Thailandia, allí tengo un trocito ahora mismo y que os contaré... Muchísimos besos y os quiero.